jueves, 12 de junio de 2014

Metamorfoseando

Mi querida Inmagina, me pasa un premio muy chulo que se llama Metamorfosis. En esta entrada explica de maravilla por qué mola recibir este tipo de cosicas, así que no me voy a repetir. Voy directa al grano con las preguntas que acompañan al premio:

Si yo fuera... Un animal
Sería un ave, grande, salvaje, con alas enormes. Estaría en lo alto de una montaña y si se me antojase ir a la montaña más lejana, simplemente desplegaría mis alas y echaría a volar dejándome llevar por las corrientes aéreas. Nada de tener que ponerte a andar como un vulgar ser humano, de esa forma tan cansina que cuesta, se suda y es lento. Yo iría a todas partes volando. Lo tengo claro. Sobrevolar el mar, dejar a tu espalda el atardecer, ir a veces sola a veces en grupo…

( Los amantes de la vida gatuna no me habéis convencido a pesar de las innegables ventajas de esa vida.)





Si yo fuera... Un libro
De niña habría elegido La historia interminable, porque fue el libro que más impacto me causó. A pesar de que ya leía mucho de pequeña, cuando algo te impacta a los 8 años, te impacta de verdad. No tienes la masificación de información, novedades, libros, películas, etc. que tienes de adulto, y que no permite que nada deje huella de verdad, todo es efímero. Sin embargo de niña soñé y fantaseé con ese libro mucho tiempo.
Ahora de adulta no sabría elegir solo un libro, elijo mejor ser una biblioteca pública, con estanterías llenas de libros de todos los tamaños y temáticas.

Si yo fuera... Un coche
Un dos caballos azul. Fue mi primer coche, me lo pasó mi madre cuando cumplí 18 años y me saqué el carnet, pero ya llevaba siendo mi coche desde niña, porque era el que conducía mi madre.
 Si yo fuera... Una película
Sería una película con una muy buena banda sonora, de esas que en determinados momentos acompañan tanto a la historia que te ponen los pelos de punta.
Si yo fuera... Un árbol
Sería una sequoia enorme.
Si yo fuera... Una canción
Sería Fire de Bruce Springsteen

Si yo fuera... Una bebida
Sería una cerveza fresquita de esas que te reconcilian con la vida
Si yo fuera... Una comida
Sería el arroz caldoso del chiringuito Antonio.


Si yo fuera... Una prenda de vestir
Unos zapatos muy bonitos pero cómodos, de charol a ser posible, que siempre están brillantes aunque no los limpies a menudo. Conste que no tengo ninguno de charol ahora mismo, pero si yo fuera un zapato, me parece la mejor opción.

Si yo fuera... Un cuadro
Uno que me pintó mi padre cuando me independicé a los 25 años. En mi primer apartamento quedaba enorme, pero es tan brillante y luminoso que me gusta mucho, y siempre ha estado en todas las casas en las que he vivido desde que me lo regaló. Yeso son muchas casas, ya lo conté aquí.

Si yo fuera... Un edificio
Sería una casa en un árbol. Ví un programa de un pavo americano que se recorre todo el país haciendo casas en árboles alucinantes.


No sé por qué se me ha ocurrido eso lo primero, porque en una segunda pensada casi prefiero elegir la casa de Diane Keaton en la película “Cuando Menos Te Lo Esperas”. Luminosa, minimalista y frente a la playa. Pero en realidad ese es un pensamiento elaborado, lo que me gustaría haber elegido, pero no lo que me ha salido en un primer momento de forma espontánea, así que supongo que no soy suficientemente chic para ser este tipo de construcción. Definitivamente soy una casa en un árbol.

Este premio "Metamorfosis" se lo paso a:
Dessjuest (modo irónico on: porque se que te gustan mucho los premiacos)


miércoles, 4 de junio de 2014

Mis hijos y el inglés

Mis hijos van a un “colegio bilingüe” concertado de la comunidad de Madrid. Simplemente la terminología empleada para denominar que se dan más horas de inglés de las que se daban hace 30 años, da para una entrada entera.  Emplear mal las palabras, genera falsas expectativas, la gente espera otra cosa ante el término “bilingüe” tan alegremente empleado. No es nuestro caso, que por nuestra cercanía al mundo docente (ambas abuelas profesoras) ya sabíamos en qué consistía el supuesto bilingüismo.

A lo que iba, que quitando el tema del léxico empleado, a mi me parece fenomenal que se den más horas de inglés y se trabaje mejor el segundo idioma.

La Niña es una flipadilla del inglés, como de todo, la verdad. Se esfuerza, pone interés y cuando el verano pasado estuvimos en EEUU, le sacó mucho partido, porque ella hacía por hablar con todo el que podía, preguntar en las tiendas, pedir la comida en los restaurantes, etc.

El Niño pasa olímpicamente del inglés. Mi sorpresa es que lo aprueba, a veces hasta con notable. Pero delante de nosotros hace como si no sabe nada.  A él le gusta siempre ponerse el listón bajo, y que sobre todo nosotros, sus padres, esperemos poquito, así que supongo que responde a esa estrategia. El caso es que esa actitud suya nos pone en situaciones surrealistas, sin ir más lejos, transcribo una conversación de anoche, y recuerdo los antecedentes: Niño de 9 años en colegio en el que se dan más horas de inglés de las estándar.
En azul la traducción:
- Ju its el pijama? --> (¿dónde está el pijama?)
- tú sabrás hijo
- No, I don´t didn´t --> (no, no lo sé)
- pues vete a buscarlo
- For what? -->  (¿por qué?)

Es imposible que hable así de mal, si no es aposta. Sabe perfectamente que JU ITS no significa nada y menos aún dónde/qué/quién que son todas las variantes para las que emplea en una pregunta su ya famoso JU ITS.  Pero insiste en hacer ver que no tiene ni idea.
Solo puedo decir, empleando su mismo estilo inglés de Oxford: ¿¿¿FOR WHAT DIOS MIO FOR WHAT????

lunes, 2 de junio de 2014

De bloqueos, actividad y embarazo

Vivo en un estado de ambigüedad que, entre otras cosas, me mantiene alejada del blog. Os leo, porque ya forma parte de mi rutina. Desde el móvil, en ratillos cortos, sigo pasando por vuestros blogs aunque no deje comentario. Pero a éste que es el mío, le estoy pisando poco.

El estado del que os hablo me tiene entre la ilusión y el miedo; y entre la actividad y el bloqueo total.
Bloqueo porque para muchas cosas me siento sin ganas ni energía. Tengo mala conciencia por no haber atendido todavía una invitación a participar en un foro, que de verdad amiga que me hizo mucha ilusión, pero no encuentro el momento, porque todo lo que no tenga controlado/conocido me da pereza. Fijaros si tiro a lo conocido y fácil que estoy leyendo "Ana de las tejas verdes". Creo que con eso lo he dicho todo. Rollo naif a tope. Mi mayor transgresión es seguir enganchada a Breaking Bad cada noche.

Actividad  porque la realidad es que mi día a día es muy activo, aunque sea a mi pesar. Madrugo, llego pronto a la oficina, tengo una actividad laboral casi frenética ya que me han asignado nuevas responsabilidades que me cuesta llevar a cabo dignamente. Me toca asistir a muchas reuniones que roban tiempo de mi función de remera que sigo teniendo. Esta semana he tenido que ir a Zaragoza a una reunión en viaje de ida y vuelta en el día, que ha descabalado toda mi organización laboral diaria. Adicionalmente tengo que hacer unos cursos online, recojo a los niños del cole, voy a las consultas médicas, preparo la ropa de los festivales de fin de curso, etc. Vamos que realmente a pesar de mi bloqueo interno, desde fuera se me ve muy activa.

En cuanto al embarazo, ya he pasado la revisión de las 12 semanas, y por ahora todo pinta bien. Voy a cada revisión como quien va al matadero, esperando la peor noticia. No lo viví así en mis dos anteriores embarazos, está claro que el ser humano no es estandarizable ni predecible.

He decidido no hacerme la amniocentesis ni una nueva prueba genética que ofrecen ahora. Ya se que a muchas personas no les parece bien no aprovechar este tipo de avances médicos. Conozco de sobra el discurso oficial y el generalmente aceptado. Todas mis amigas, primas, cuñadas... se han hecho la prueba. Así que conozco las ventajas de hacerla.
En mi caso, me resulta más fácil asumir la responsabilidad y consecuencias de estar embarazada a los 40 años, que tener que tomar otro tipo de decisiones. Hacer esta prueba tiene dos posibilidades:
1. Que no se detecte ningún problema. Esto sirve para dejar tranquila a muchas personas. No a mi. Hoy en día se saben diagnosticar X riesgos, cuando el embarazo te enfrenta a X+1000. Podría salir de la prueba con un riesgo descartado y no por ello iba a quedarme confiada, puesto que hay miles más esperando a la vuelta de la esquina. Uno de mis sobrinos tiene una minusvalía severa que no le fue detectada en el embarazo a pesar de que su madre se hizo todas las pruebas posibles. Lo normal, es que los embarazos vayan bien y sin problemas, pero puestos a ser cenizos, hay miles de problemas potenciales en los que pensar.
3. Que se detecte algún problema. En mi caso, se que tener el dato ahora no me aportaría nada bueno. No sería capaz de tomar la decisión de no continuar, y tampoco me serviría para ir preparándome de forma práctica. Simplemente me haría sufrir anticipadamente.

Por suerte, mi marido lo ve igual que yo. Y eso es mucha suerte. Respeto a las personas que lo ven de otra manera y toman otras decisiones. Pero yo elijo así, y lo hago con conocimiento de causa, sin que me condicionen ni creencias religiosas ni de ningún otro tipo. Simplemente yo, con mi cabeza y mi corazón, se que la opción que tomo es la mejor para mi.