lunes, 30 de julio de 2012

Nervios

Veo que no expliqué en mi entrada anterior, que a pesar de que creo totalmente en mi teoría, sí aplico cambios en mi vida, constantemente, pero siempre con cierto miedillo porque supongo que el equilibro luz-sobra se restablecerá y algo de lo que iba bien empezará a ir mal… En fin, voy a dejarlo ahí, porque parezco una pirada inmovilista y lo primero lo soy – este blog da fe de ello – pero lo segundo no, y sería muy largo y aburrido explicaros las 3 casas por las que he pasado en 9 años para acercarnos a trabajos, colegio y tener mayor calidad de vida, cambios de dpto., etc.

Hoy tengo un día nerviosillo, porque mañana me toca defender la tesina de la que ya os hable en otra ocasión, y que me ha traído un poco por la calle de la amargura. Una vez que mi tutor me la dio por aprobada, me relajé, y error!! porque hasta que no la defiendes ante el tribunal no has aprobado. Así que estoy con nervios porque tengo que estudiar, y a la vez con una ataque de vagancia salvaje. Vamos, de hecho, aquí estoy escribiendo una entrada, con un par. Ayer noche se lo comenté a mi linda L. y me dice que no me preocupe que yo soy estudiosa como ella, y que seguro que lo hago bien. A lo que respondí sincera que en esta ocasión no he estudiado, y me dice con una carita que casi me la como: “¿no será mamá, que ya te enteraste bien de todo en clase y por eso no necesitas estudiar?, porque a mi a veces me pasa eso”. Qué rebonita que es!, a ver cómo la explico que ni clase ni claso, que la madre esta hecha una zángana y punto. Pero eso nunca, que tengo una imagen que mantener, je.

Además, como solo ir a trabajar y a defender tesina ante un tribunal universitario era como muy soso, mañana es mi cumpleaños, ¡me hago mayor!. Lo sigo llevando bastante bien, porque cuando me da un sentimiento gachitón pienso cuál sería la alternativa a no cumplir años, y se me quitan las tonterías de un plumazo.

Os contaba en la última entrada que mi S. estaba con placas, bueno, pues está como una rosa. Supongo que lo pillamos muy a tiempo, porque el niño está estupendo. Para mentalizarle de que tenía que cuidarse un poco, tomarse bien la medicina y demás, tuvimos una charla de la que os extracto una parte:
- S. la pediatra te ha mandado esta medicina que cura mucho, pero tú tienes también que ayudar, tomándotelo sin quejarte, mañana te quedas en casa con la tita, y el finde nos vamos a la sierra, y no vas a poder bañarte mucho rato, ni estar mucho al sol, ni nada de eso, que sino te pones a 40 de fiebre
- ¿cuarenta de fiebre es morirse? – el niño, que me ha salido con un punto dramático-
- No
- ¿Cómo cuantas picaduras de avispa duele cuarenta de fiebre?
- como cinco juntas
- vale

Imagino que lo de las cinco picaduras le convenció, porque se ha portado de maravilla, y no ha tenido nada de fiebre así que hemos pasado todos un finde muy bueno.

Bueno venga, que me voy a poner ya a estudiar…. argggg y hoy tampoco piscineo, claro, arggg

jueves, 26 de julio de 2012

Teorías mías

Me estoy dando cuenta de que este blog está cobrando vida propia, porque yo tengo multitud de teorías, pero nunca pensé que las acabaría plasmando aquí. Sin embargo me acaban de entrar las ganas de hablar de esta tontería. Lo cierto es que partía de una expectativa tan bajista hacia mi propio blog, que no tenía claro superar ni la primera semana como bloguera, porque no pensaba que tuviera mucho que contar, la verdad, y tampoco tiempo que dedicarle. Además con tanto blog como hay en estos mundos, ¿a quién puñetas le iba a interesar el mío?. Lo bueno de cuando partes con un listón mega bajo, es que enseguida te quedas contento. Y así es como estoy, muy contenta, porque resulta que ahora “pienso en blog”, quiero decir, que cuando voy con una de mis ideítas inconscientemente tomo nota mental de que es un potencial tema para el blog, que es lo que me acaba de pasar ahora. Tampoco pensé que las ocurrencias de mis hijos, acabarían teniendo tanto protagonismo, obviamente sabía que hablaría de ellos (véase figura 1), pero no tanto, y nunca como back up digital de mi cuaderno con sus frases y ocurrencias, que es casi lo que está ocurriendo.

Bueno, después de tanto preámbulo, voy a explicaros una de mis teorías: “en esta vida todo el mundo tiene que comerse una ración de mierda”, no literalmente ¡se entiende!, pero siempre tienes que tener un porcentaje de problemas. Incluso las personas que parece que tienen una vidorra padre, y que son unos jodidos afortunados, cuando rascas un poquito, descubres su parcela de sufrimiento: una mala infancia, una enfermedad grave propia o de un ser querido, baja autoestima, un accidente, un metabolismo de mierda… algo, siempre hay algo.
Yo me di cuenta de esto como con unos 11 años y todavía no he encontrado un solo caso que desmonte mi teoría. Por eso cuando le veo pegas a mi vida, siempre pienso que esas pegas son el peaje que tengo que pagar porque otras cosas vayan bien. Por una parte esta conciencia te deja satisfecho, sabes es imposible que todo vaya bien y los inconvenientes al menos ya son de confianza, los conoces bien, por otra parte te estropea el pensar en posibles planes B que mejoren tu vida actual. Os pongo algún ejemplo simplón. A mí me gustaría vivir en un sitio cerca del mar, en una ciudad más manejable que Madrid y tener otro tipo de trabajo. Fantaseo a menudo con posibles cambios de vida que me permitieran llegar a esa vida ideal, pero a la vez me asusto, porque pienso que si consiguiera eso, otra cosa empezaría a irme mal y no sé lo que me puede tocar. Mientras que ahora se cual es mi peaje:
- Madrugar. Algunos diréis, vaya gilipoyez de peaje, no es para tanto. Os cuento: yo cuando me levanto, tengo el 90% de mi cerebro dormido. Lo veo todo borroso, en serio, no puedo pesarme porque no veo los números – y no! no tengo gafas! no es que no me acuerde de ponérmelas-. No puedo comer nada porque lo vomito, y no exagero. Cuando de pequeña era del equipo de natación y mi madre se empeñaba en ponernos un desayuno potente por el ejercicio que hacíamos lo vomitaba en la esquina de casa cada mañana. Y así mil torpezas más consecuencia de que mi cuerpo y mente no están diseñados para madrugar. Así que amigos, sí es un gran peaje que lleve toda mi vida madrugando.
- No me gusta mi trabajo
- No me gusta vivir en Madrid. Sí me encantó de estudiante, y me parece un sitio genial para venir de vez en cuando, preferiblemente con tiempo y dinero, pero para una familia hay mil sitios donde vivir mejor que en Madrid.

Y tengo muchos más peajes que no cuento para no aburrir al personal.

El caso es que una piensa, si total, inconvenientes voy a tener siempre, si te descuidas hasta en el mismo porcentaje (mi teoría no está suficientemente contrastada como para poder afirmar que siempre sea el mismo porcentaje, pero lo intuyo), ¡mejor dejamos las cosas como están!, que al menos mi ración de mierda ya me la conozco y a saber lo que me toca con un cambio!.
Bueno, pues ahí ha quedado expresada mi teoría. Ahora la releo y queda un poco absurda, pero sin embargo, creo que en ella.

Esta tarde no piscineo, estoy aquí en casa esperando a que vuelvan mis pequeños y escribiendo esta tontería de entrada, porque mi S. esta mañana se quejó de dolor de garganta y cabeza, y como me le conozco…  y nos vamos fuera de fin de semana a un plan muy apetecible que no queremos que se estropee… nos vamos a hacer una visita preventiva a su pediatra a ver si tiene algo que decirnos. Cruzo los dedos de manos y pies para que no sea nada, pero como una ya está curtida en estas historias infantiles… El verano pasado sin ir más lejos, nuestras ansiadas vacaciones en Galicia quedaron bastante mermadas, porque los dos primeros días el salvaje del niño no quiso salir del agua en ningún momento, y el tercer día tenía neumonía. Como lo oís. Había pasado el invierno sin un solo constipado, aparte de que mi S. es bastante fortachón, sí sí, pues cágate, de pura chiripa le llevé al pediatra porque de pronto le subió mucho la fiebre y tenía neumonía!!. Ese día perdí unos 10 años de vida, si iba a morir con 90 ahora ya va a ser a los 80 años. Menudo susto que me pegué. Menos mal que como lo cogimos tan en el inicio, le mandaron augmentine, reposo y un jarabe y a la semana (cuando ya nos volvíamos a Madrid, jrrrrr) estaba recuperado. Y mira, esta anécdota viene al caso de mi teoría: esto fue una ración de mierda o peaje, para que otras cosas nos fueran bien, JE.

 Besos y sed felices!

martes, 24 de julio de 2012

El lado oculto de S.

Aquí sigo viviendo el verano en Madrid, durante las mañanas más quemada que la pipa de un comanche, y por las tardes feliz piscineando con mis hijos. Os cuento que en el piscineo de ayer, descubrí algo sobre mi hijo S. que me dejó bastante sorprendida. Estábamos secándonos al sol, y comentando lo bien que lo pasan en el campamento. Aquello es todo risa y diversión, vamos que yo misma me apuntaba a un campamento así, en lugar de pasar las mañanas bajo los tubos de neón y frente a la pantalla del ordenador, combustionándome por dentro de puro hartazgo. El caso es que ambos me estaban contando sus maravillas cuando de pronto me suelta S. “a mi la parte que más me gusta del campamento” (y yo pensando a velocidad ultrasónica, ¿será la ginkana de agua?, juegos en la pisci?, el teatrillo que están montando? … y continúa el niño... ) “…es la parte del autobús, cuando venimos en la ruta por las mañanas, porque ahí vamos cantando canciones divertidas, mirando el paisaje, contando chistes …”
O_O  ¡!!!!!!!!!!!! No han diseñado todavía el emoticono que describa mi sorpresa, las cejas casi me dieron en la nuca, QUE????????!!!!!!!!!!!!!?????????????. Vamos, vamos y vamos. Después de un día petadito de actividades, que él mismo describe como geniales, ¿lo que mejor recuerdo le deja es el viaje en Bus???. ¿Es para fliparlo o no?. Porque además las supuestas “canciones divertidas”, son una gran chusta, os lo digo, por ejemplo, si tratan de comida terminan con un “que le aproveche y por el culo lo eche” y los chistes también son temática escatológica a tope, que él se parte pero vamos… que graciosos graciosos, no son…

Le pregunté a mi hija, L., si para ella también era tan divertido el bus y me dijo pragmática como es ella: “qué bah mamá, es un petardo, yo suelo ir dormida, aunque a veces S. me despierta con sus cantos”. Ahí estamos, otro ejemplo más de lo diferentes que son mis filios y de que nunca dejan de sorprenderme. Esta anécdota me ha recordado la primera vez que fuimos en el AVE, que cuando nos bajábamos me miró muy serio y me soltó: “mamá, yo podría vivir en el AVE, aquí hay de todo, comida, tele, sillones cómodos, y un pasillo para correr”. Si no fuera porque le conozco y se que es sociable, alegre y “normal”, me asustaría con este tipo de declaraciones de mi S.

Cambiando brutalmente de tema, este finde, en plan evasión total de la prima de riesgo (breve inciso: ¿os habéis dado cuenta que de la fucking prima comentan lo mismo una señora de 70 años que un jovencillo de perilla?, y con una contundencia que ni los catedráticos de Harvard), nos fuimos a ver la peli “EL CABALLERO OSCURO: LA LEYENDA RENACE”, la tercera de Batman, vaya, y me gustó mucho. Durante la peli incluso pensé dedicarle una entrada a la peli, yo es que en los momentos de banda sonora potente y con acción, me envalentono y escribiría de cualquier cosa. Pero luego el pirao este de Denver me ha quitado las ganas… En cualquier caso, me parece una peli recomendable, y no solo para fans del género.

Y ya para rematar, comentaros que acabo de empezar a leer ‘Vida y destino’ de Vasili Grossman. Tiene muy buena pinta, pero es un poco denso, que es lo que suele tener la buena literatura, y no se si dejarlo para el crudo invierno… Si alguna lo habéis leído comentadme vuestra opinión del libro, ¿lo dejo para momentos de manta y calefacción?.

Besos y sed felices!

domingo, 22 de julio de 2012

Lok@ por tu blog

La siempre original Alter de Plagiando a mi Alter Ego, me ha dado este premio:
   Que viene acompañado de unas normas que me he tenido que leer varias veces (torriija mental mañanera) y aún así tengo dudas (para eso ya no tengo excusa), allá van:

*El galardón se otorga a 7 blogs, los cuales al recibirlo, también premiarán a 7 blogs más y así sucesivamente.

* Cinco de ellos no deben tener más de 300 seguidores. Los otros dos se eligen libremente.

* No se podrá premiar nuevamente al blog que te lo entregó, pero sí nombrarlo y enlazar el  "LOK@ X TU BLOG" al que decidas nominar.

* El blog premiado, deberá reflejar el último comentario que le han escrito en su blog y decir 3 cosas que le gusten y 3 que no!
* Si algún blog es premiado más de una vez, no podrá votar a los mismos que las anteriores oportunidades.

* Y por último, debes avisar a los blogs premiados, para que recojan su premio.
Mis dudas vienen del cuarto punto porque Alter lo hizo referente a quien le otorga el premio, pero creo que no es necesario, no?. Bueno, yo no lo voy a hacer así porque por más que pienso no hay 3 cosas de tu blog que no me gusten… así que barra libre de interpretaciones, ok?
-          El último comentario en mi blog dice: "Te he dejado un premio: http://plagiandoamialterego.blogspot.com.es/2012/07/vigesimosexto-premio-lok-por-tu-blog.html Besotes"

-          Tres cosas que te gusten y tres que no: ya he hablado mil veces de lo que me gusta y lo que no… debéis de estar aburridas, pero bueno, voy a pensar en 3 de cada de las que todavía no haya dicho nada (difícil!! Ya lo he cascado todo!!). Me gustan:
  1. Los blogs originales y con duende como el de Alter que me da el premio.
  2. La gente sincera y que sonríe.
  3. La valentía y honestidad, hasta en las cosas más pequeñas, que no hay que reservarse para un momento Brave Heart,  leches!
No me gusta:
1. Que nuestros políticos se crean una casta privilegiada, y que los recortes apliquen siempre a la clase media, que por cierto, tenerla es lo que diferencia un país desarrollado de uno que no lo es.
2. La enfermedad.
3. Pasar horas sin estar con mis hijos

Y este precioso premio se lo paso a:

* Mo, de Blogueando de mi peque, porque me encanta haberla conocido. Ya me tenía en el bote, pero realmente me terminó de conquistar en esa entrada en la que se describía como un desastre de la naturaleza, dando todo tipo de detalles sobre sus incidentes físicos. ¡Que al jorobado de Notredam le pides que se describa y lo hace con más benevolencia!!. Es muy difícil saber reírse de uno mismo, y tú en eso eres una artista.
* Eva, de Opiniones incorrectas, porque me gusta cómo escribe y las cosas que cuenta. Además me encantan los blogs versátiles, que no son monográficos de un tema, sino que en ellos te puedes encontrar de todo, como pasa en el suyo.
* Drew de Viviendo en mi nube azul, ya es el segundo que le cae en la corta vida de este blog, pero es que la quiero mucho y quiero pasarle toda mi energía positiva hasta el Cairo.
* Trax, de estrellas en los ojos, porque tiene un blog tierno, bonito y dulce.
* Annie, de Las cosas de mi pitufo, porque me encanta como habla de su hijo y me parece una madre fabulosa.
* Porfin de Por fin yo misma, porque me encanta su sentido del humor y la fuerza que tiene. Además que su E. y mi S. son almas gemelas!.
* Madre de un Bebote, porque siempre me hace reír, pero a conciencia, no una risita floja, no. Eres única!.

Besos!

viernes, 20 de julio de 2012

Verano en Madrid y trabajando

A pesar del dramatismo del título, vengo a comentar, que el ritmillo rakatanga del verano, llega incluso a un Madrid sin vacaciones. Es que la vida en verano es de otro color, qué queréis que os diga. Os cuento un día mondo y lirondo, por ejemplo el de ayer:
1. Madrugón, de esa cruz no me libra nadie ni en invierno ni en verano, pero al menos ya es de día, se oyen los pajaritos, y no tienes que enfundarte mil prendas de abrigo. Yo en invierno de lunes a viernes no me pongo falda, por la sencilla razón de que soy INCAPAZ de ponerme las medias con la torrija mental que gasto yo a las 7 de la mañana. Así que el hecho de que el atuendo sea ligero me ayuda. Mi S. que tiene lo que el llama “el don de madrugar” está despierto cuando me voy al trabajo invierno y verano, así que el beso mañanero me lo llevo siempre. Mi L. es como yo y apura hasta que van a despertarla, je.
2. En la oficina estamos hasta arriba de trabajo, pero tampoco más que en invierno… así que en este capítulo quedamos a empate.
3. Hora de salida de la oficina: aquí gano mucho en verano, porque aunque en teoría la única diferencia entre verano e invierno es una tarde a la semana, lo cierto es que al final en invierno son muchas más. Sin embargo en verano se suele cumplir el horario. Siempre hay excepciones, y para muestra el viajecito a Barcelona de la semana pasada: salí de casa a las 6 de la mañana y retorné a las 7 de la tarde. Pero bueno, ¿que sería de una regla sin excepciones para confirmarla?.
4. Tengo a los hijos en un campamento de día en un club a las afueras de Madrid. A la ida van en ruta, pero a la vuelta, vamos a por ellos y pasamos la tarde piscineando, tan ricamente. Que si me tiro a bomba, que si hago el ángel, que si jerónimooooooo!!!!!. Y luego a tumbarnos en las toallas a contarnos el día o a divagar sobre cualquier tema, que si hoy hemos encontrado una chinchilla, la llevo en la mochila … que si las que tienen buena vida son las ballenas todo el día en el agua … etc. En invierno las tardes son: trabajo- recogida del cole – deberes – baños – cena - cama. Punto. No da para más. No pensamos ni en chinchillas ni en ballenas.

Aparte de un día cualquiera como éste, en verano en Madrid también se puede aprovechar para hacer el guiri, ir a ver exposiciones, al teatro, ir de terrazas,… hacer el guiri me mola.

Besos y sed felices!!!!

martes, 17 de julio de 2012

Mis hijos son unos carcas

A esta conclusión he llegado tras unas primeras señales de aviso, y una gran confirmación este fin de semana. Os cuento algunas de las señales:
Mis hermanos (el 37 años y ella 30) están ambos solteritos y sin hijos. En los dos casos han tenido un largo noviazgo que al final no ha salido bien. El caso es que llevan una buena vida (buenísima incluso), hacen deporte, viajan, tienen mogollón de amigos, viven independientes, etc. Vamos, que yo no le veo pega alguna. Peeero mis hijos sí. Son fuente de preocupación constante para ellos. Cada dos por tres me preguntan que por qué no se casan y no tienen hijos, que qué es eso de vivir solos y sin familia. Y a ellos periódicamente les abordan en conversaciones de este tipo:
- L. y/o S.: Tita, ¿y tú por qué no te casas?
- La tita: pues porque no he encontrado a la persona indicada
- Pues ese novio que tenías era muy majo. Llámale, te casas y tienes unos cuantos hijos.
-  No, la cosa no funciona así chicos. Te tienes que enamorar, tener cosas en común, y si todo funciona, formas tu propia familia, sino no, y no pasa nada. Que no todo el mundo tiene por que vivir en un modelo familiar como el vuestro
Como veis mi hermana hace su propia campaña de educación en mente abierta, je. Ellos hacen como que se quedan convencidos, pero al mes aproximadamente, con cualquier motivo tipo … “Tita, he visto una peli, y la chica se casaba con un vestido precioso. Por cierto tita,  ¿tú por qué no te casas y tienes hijos?”. Y vuelta a empezar!!.

Otra señal importante, y que me estaba ya olvidando, fue un día en que les oí a los dos jugando en el cuarto, y yo notaba en el ambiente que la hermana se estaba hartando del juego, cuando efectivamente oigo que le dice que qué tal si juegan un rato separados cada uno en su cuarto. El niño le contestó que ni de palo - S. está solo lo justo y necesario, es decir, nunca -. Y la niña, muy redicha ella (os recuerdo que tiene 8 años) le soltó que tenía que aprender a jugar y estar solo, porque además de mayor podría tocarle una época de vivir solo sin familia. Ante la terrible sentencia S. salió corriendo despaborido a buscarme, y me dice con los ojos húmedos por la emoción ( o el miedo ): "mamá, ¿a que yo no voy a ser nunca un soltero?". Yo le estuve explicando que yo ni idea, que era muy pequeño, durante muchos años nos tenía a nosotros, y que luego ya se vería. El pobre casi palma del susto y acabo en plan: "júrame que nunca seré un soltero". Y yo, se que no tengo excusa, pero me dio pena, y se lo juré ... En fin.
La confirmación de que son carcas ha sido este fin de semana. Dos de nuestros amigos, que son pareja desde los 18 años, o sea ¡¡hace 20 años!!, y para más datos tienen dos hijas en común y una hipoteca, este sábado formalizaron la relación pasando por el juzgado, y montando después una fiesta estupenda en su casa.
Bueno, pues el primer conflicto carcas-madre fue con el tema atuendo. Como era una boda así, como os estoy contando, no había necesidad de ir vestido de bodorrio, lo cual yo agradezco profundamente. Bueno, pues mi hijo S. empeñado en que quería ir con el disfraz de padre. Sí, ese del que os hablé del festival de fin de curso, que tuve que comprarle traje de chaqueta, corbata, chaleco … ¡¡para ir un sábado por la tarde a una boda en la que el novio iba en camisa de lino y sandalias!!!!!!!!!. El tío empeñado: “mamá, si es una boda hay que ir guapo y arreglado, y mi traje de padre me encanta”. Al final conseguí que entrara en razón, pero porque le ataqué con el calor que iba a pasar, y ahí mandó la elegancia a tomar por c…
Luego en el juzgado cada dos minutos me preguntaban uno de los dos con extrañeza total: “pero esto es una boda??” “pues a mi sin vestido de novia ni velo no me parece una boda”.
Se lo pasaron genial en la fiesta, pero para ellos eso no fue una boda … ¡anda que!, qué paciencia hay que tener con este par de carcas!!.
La verdad es que no lo acabo de entender, porque si bien es cierto que nuestra vida es 100% tradicional (por orden: novios, boda, hijos, y todo en paz y armonía), yo soy consciente de que esta es la vida que tengo, porque se han dado las circunstancias, pero tampoco es algo que haya buscado de forma activa. Quiero decir, que si no hubiera encontrado a la persona ideal para mí, pues seguiría soltera y tan feliz. Y de pequeña tampoco tenía yo este espíritu que muestran mis hijos, ni mucho menos. Recuerdo perfectamente una conversación con dos amigas, cuando tenía unos 8 o 9 años, y llegamos al acuerdo de que si no encontrábamos un marido “guay”, nos íbamos las 3 juntas a vivir a un piso donde íbamos a hacer fiestas todas las semanas, y comeríamos casi siempre nocilla.
En fin, la vida tiene estas cosas y a veces los hijos te salen con mentalidad de abuelillos!!!.

miércoles, 11 de julio de 2012

Las vacaciones y sobre mis hijos 2ª parte

Ay, ¿qué decir de las vacaciones? … que han sido buenas y cortas a partes iguales!. Qué bien sientan, y qué rápido pasan. Yo creo que aunque me tirara 24 meses consecutivos de vacaciones, se terminarían, y me habría sabido a poco.
Finiquitada está mi ración de vacaciones anuales en el sur, adiós a las coquinas, a la certeza de playa diaria, a ir en pareo + biquini casi todo el día, oír a gente con gracia por todas partes, snif. Lo bueno es que me quedan todavía otros 10 días de vacaciones en el norte a finales de agosto. El marido no consiente saltarse un paseo por su tierra, y a mí también me encanta, así que ya tengo un objetivo en la vida: volver a irme de vacaciones.

La cosa empieza con un viaje de muchas horas, así que voy a aprovechar a explicar algo que solté de pasada en el post anterior, lo de que soy la peor copiloto de la historia, que seguro que alguna no habéis entendido el calado (del que no me siento nada orgullosa) de tal manifestación. Conversación casi literal:
-          Yo: bueno, pues ya estamos en carretera (…) pues nada, a ver si hacemos un buen viaje y llegamos prontito (… ) ¿Cuánto dices que nos queda? (…) buf, es que la verdad es que el coche es muy incómodo, donde te pongan un viaje en tren que se quite el coche (…), pero claro, primero tiene que haber tren a donde vas, y luego cuando lo hay es carísimo (…) ¿en total el viaje cuanto dura? ¿eran siete horas o igual se nos da bien y lo hacemos en menos? … buf, es que incluso en coche cómodo es incómodo viajar en coche (…) ¿Cuánto llevamos ya? …
-          Marido: El viaje son 7 horas, llevamos media hora. Paro en esta área de descanso y te pasas atrás a ver pelis con los niños.

Lo hace para que me calle. Además sabe que no se leer un mapa, no veo los carteles a tiempo, y si entramos en un pueblo nos perdemos y hay que preguntar, me da vergüenza, porque no me entero de ninguna explicación. En cuanto el paisano se pone a hablar mi cerebro entra en encefalograma plano + fundido en negro (como decía Mo, jaja), y no me entero de nada de lo que explica.

Volviendo al tema principal, han sido unos días muy aprovechados en no hacer nada, aparte de dormir bien, ir a la playa, jugar con mis hijos, reírnos mucho, leer, comer pescaito … cosas así. De lectura me llevé “Los gritos del pasado” de Camila Lackberg. No me gusta criticar escritores, así que no diré mucho de Camila, porque igualmente tiene un gran mérito y eso lo sabemos todos los que hemos intentado escribir un libro con resultados patéticos. Vamos, que yo misma no solo NO me compraría alguno de mis intentos literarios, es que me ponen gratis un capítulo en el país semanal, y os juro que me salto las páginas. El caso es que era un poco el tipo de libro que me apetecía para la playa: misterio pero sin mega enganche y sin complicaciones. Con tanto rato de relax y unos hijos que en la playa no salen del agua y juegan mucho entre ellos, al final el libro me duró menos de lo esperado, así que los últimos días empecé “El guardián entre el Centeno”. Es un libro que me daba pereza y ganas de leer a partes iguales. Voy por la mitad y me está gustando mucho. Me encanta la narración en primera persona del chaval, que me cae de maravilla el pobre. Parece mentira que un clásico como este no lo hubiera leído todavía. En realidad no parece mentira, me pasa que cuando un libro está muy idolatrado lo cojo manía. Sin motivo ninguno.

Bueno y vamos ya al ‘Sobre mis hijos II’, con una selección de sus mejores frases de estas vacaciones, que rauda y veloz, he pasado a mi cuaderno del que ya os hablaba aquí. En paréntesis van mis comentarios.

Iban los dos con una de sus charlas y de pronto pongo la antena y oigo:
-          S. 7 años: “Hermana, si te sale una tercera oreja, que hacen? ¿Te la cortan como cuando las mujeres tienen bebes?” (para este lo del parto debe ser rollo Pulp Fiction con el médico cortando al bebé que se le pega a la madre a la tripa ).
-          L. 8 años le contesta juiciosa, y algo de razón lleva … “No, lo de la oreja es peor, porque el metabolismo de las nenas hace que tengamos hijos con facilidad” .
(… se va a llevar una gran decepción con su metabolismo cuando vea lo que es parir…). “Oye, y tu cuantos hijos vas a tener”
-          S.: “no lo se, pero pares. No aguanto a los números impares” (primera noticia de su aversión a los números impares)

Otra:
Estábamos bañándonos L., S. y yo, y el agua estaba muy revuelta y yo comento que no me gusta cuando no se ve el fondo, y S. me da la mano y me dice: “tranquila mamá, que estás conmigo y yo lo se todo de la naturaleza, ayer mismo me vi un documental y se que las ranas doradas están en peligro de extinción. Así que no te preocupes que en este mar no hay peligros”.
(hombre, yo ya sabiendo que pilota de ranas doradas me quedo mucho más tranquila, claro)
Ultima:
L.: “Hermano, cuidado, que hay animales a los que no les puedes asustar, porque si se asustan mucho ZAS! Muerte súbdita!!”
(pobre animal, ni siquiera puede morir en libertad, sino como un miserable súbdito…).
Besos y sed felices!!

lunes, 9 de julio de 2012

Vuelta al trabajo

Como era de esperar la vuelta al trabajo ha sido penosita (he tenido que editar esta frase porque había colado tres tacos muy groseros que me dejaban en una posición muy poco elegante).
Una pincelada: llegar anoche con las maletas llenas y el corazón encogío, tener que preparar las mochilas del campamento de día que inician hoy mis hijos, llegar con mucho sueño a la oficina, donde te espera todo el trabajo de estos ocho días laborables ausente … no sigo para no haceros llorar, solo un detallito más: en esta semana de vuelta ya me han cascado una reunión en Barcelona, que implica más acumulación de trabajo y la paliza de la ida y vuelta en el día.
Llegados a este punto, creo que os voy a explicar con todo detalle por qué en el me presento dejé claro que no me gusta trabajar. El cómo he llegado a este punto, empieza así: pasé la etapa escolar con buenas notas y lo pasaba genial en el cole. La carrera la hice fuera del domicilio familiar, con lo cual, hubo bastante locura de yujuuu-vivo-sin-padres-hago-lo-que-quiero pero como un mes antes de los parciales me entraba lo que yo llamaba ´responsabilidad de última hora´ y me encerraba a estudiar como una auténtica animal (unas 14 horas diarias, lo juro) y al final me iba bien. Terminé la carrera, y mientras unos empezaron un máster, otros se fueron a trabajar a un burguer a Londres…, yo en plan agonía de “quiero trabajar ya!! ganar un sueldo y saber que la carrera ha servido para algo”, estuve enviando tropecientos cvs al día, hasta que en pocos meses, encontré trabajo. Por lista. A currar en consultoría como 12 horas al día. El caso es que me lo pasé bien, lo reconozco, éramos equipos de trabajo de gente de la misma edad, con ganas de reírnos a pesar del estrés. En ese mundo estuve 5 años, de los 23 a los 28, edad en la que el entonces novio desde hacía ocho años (ahora marido) y yo, decidimos casarnos y tener hijos. Tuve mucha suerte, y conseguí abandonar el mundo salvaje de la consultoría y pasarme a trabajar en una entidad financiera, con buen horario y buenas condiciones. Hasta ahí, todo bien, me gustaba y me motivaba trabajar.
Cuando nació mi linda L. todo pegó un vuelco salvaje, que ni yo misma me habría esperado. Es curioso la de situaciones de la vida, que no consigues emular solo pensando en ellas. Por mucho que lo recrees, luego llega de verdad, y es totalmente diferente a como lo imaginaste. Eso me pasó a mí con la maternidad.
Me encantó mi baja maternal – ya sé que a muchas mamás no les pasa, porque se agobian demasiado. Yo también tuve mis momentos puag pero aún así, disfruté muchísimo de mi pequeña, y absolutamente para NADA sentí necesidad de volver a la oficina. Toda mi dedicación y esmeros los quería yo para mi pequeña, y no para regalárselos a mi jefe y a la entidad para la que trabajaba (y sigo trabajando, por cierto). Diréis que soy muy simple, pero yo me realizo mucho más, por ejemplo, enseñando a comer fruta a mi hijos cuando eran bebés, que enseñando a manejar una aplicación de planificación comercial a la gente de oficinas bancarias. Entiendo y respeto profundamente a las mujeres que no lo viven así. También creo que depende mucho de que en qué momento te llegue la maternidad, si no hubiera trabajado antes de tener a mis hijos, fijo que estaba desesperada por probar el mundo laboral que me imaginaría a lo Melanie Griffith en la peli “Armas de mujer”.
Con todo este rollo quiero explicaros, que se abrió un gran abismo entre el mundo laboral y una servidora, al nacer mis hijos. Esa niña de buenas notas, que dejó paso a una mujer trabajadora, se había convertido en una mujer con vocación de mamá y punto. Explico todo esto, para que veáis que no siempre he renegado del trabajo, ni mucho menos. Después del nacimiento de S. me armé de valor y me cogí una excedencia que junto con la baja maternal, me permitió estar con ellos casi un año. Gloria bendita, oigan. Claro que también hubo algunas sombras, siempre las hay, pero compensaron con creces las partes positivas. Mis niños es que son muy agradecidos, y yo no lo debo hacer del todo mal (ejem), el caso es que no han tenido grandes problemas para dormir, se ponen muy pocas veces enfermos, han comido bastante bien … Se que muchas me estáis odiando, lo sé, pero es que así son las cosas, no puedo mentir en mi propio blog.

Sufrí mucho esos primeros años de dejar a los peques al cuidado de otras personas, que bajo mi humilde punto de vista, lo hacen peor que yo (repito, no puedo mentir, perdonarme la chulería please, conste que hay mil cosas que hago mal, ej.: soy la peor cocinera y peor copiloto de la historia, en serio, pero cuidar a mis hijos se me da bastante bien).
Y mientras yo en la oficina, que encima, no voy a trabajar en plan relax, no se hacerlo. Llego y me entrego como si fuera mi empresa, con lo cual te sientes mas necia todavía. Tantos esfuerzos y tanta energía, dedicadas a una actividad menor, cuando la importante la estas delegando en otras personas. Habría sido más feliz dejando de trabajar cuatro años, pero no me atreví por eso del buen trabajo seguro y estable (ahora me da la risa) y con buen horario. Nadie en mi entorno apoyó tampoco mis leves tentativas de dejar de trabajar esos añitos, para todo el mundo era una locura y me arrepentiría; aparte de que no volvería a encontrar algo similar.

El caso es que una vez que ya los tuve a los dos escolarizados, y superados los primeros años de adaptación y gaitas de ese estilo, volvió la calma en el trabajo, en cuanto a que no tengo a mis hijos en mente todo el día, sufriendo por no estar con ellos. Ya hace tiempo que se que están donde tienen que estar, y que allí son felices, aprenden, juegan,… lo que les toca, vaya. Pero justo en ese momento, que podría haber significado mi reconciliación con la vida laboral … ¡¡la crisis financiera!! Y yo trabajo en… una entidad financiera!!. Es muy deprimente tanto a nivel macro (los gestores de mierda que tienen nuestras entidades, llevándose la pasta en planes e indemnizaciones multimillonarias mientras dejan quebradas las entidades); como a nivel micro (el día a día es, ‘que dicen que va a haber un ERE’, fusiones, que esto no tiene futuro, hay que echar más horas, etc.). En este ambientazo laboral llevo desde 2009. Así que definitivamente no me gusta trabajar … De todas formas, me quejo aquí, por eso de que es mi blog, y con mi marido pero sin abusar. Porque con la que está cayendo, es poco serio quejarse de esto, así que ahí me van dos tortas virtuales (plas – plas) para todos los que leyéndome y llegando a estas alturas se han quedado con las ganas de dármelas y que espabile. En fin, necesitaba este desahogo, hay que tener en cuenta que estoy recién llegada de vacaciones, snif.

Otro día os cuento las vacaciones, que han sido muuuyyy buenas y además he estado apuntando frases divertidas de mis filios.

Mil besos y feliz semana!